El fiasco de WordPress Gutenberg

Cuando el cambio por el cambio se convierte en un fin en sí mismo, es cuando llega el caos. Cuando la comunidad que sustenta un Content Management System (CMS) tan extraordinario como WordPress se pone en pie de guerra por un cambio en el editor que nadie había pedido, se puede hablar claramente de fiasco.

Para los sitios de producción diaria de contenidos, como periódicos o bitácoras que se actualizan con cierta frecuencia WordPress Gutenberg, que ya viene por defecto en la nueva versión 5.0, es un absoluto desastre porque obliga al autor o editor a aprender una nueva forma de escribir que, en realidad, casi nadie necesitaba.

Horas y horas más de esfuerzo para conseguir crear artículos más o menos iguales que en el antiguo editor, y una curva de aprendizaje del nuevo sistema que obliga a perder más y más tiempo a personas que habitualmente no andan sobradas de tiempo.

Este indeseado cambio ha generado incluso renuncias dentro del propio equipo de WordPress como se puede ver en este artículo y, lo que es peor, una sensación de huida que muchos autores ya se están planteando hacia otros sistemas de publicación de contenidos digitales.

El problema es que esta situación no es nueva: otro CMS tan popular como Joomla ya vivió su propia crisis, con la consiguiente huida masiva de usuarios, cuando años atrás lanzaron y dividieron distintas versiones que eran casi incompatibles entre sí para migrar contenidos, en lo que parecía ser el fin de Joomla como CMS.

No se trata de negar la innovación y los cambios, pero si el nuevo producto genera más problemas de los que soluciona, en buena medida la ira y la rabia generada en la comunidad de usuarios de WordPress está más que justificada, porque la lección es sencilla: no se puede gobernar desde una pequeña cúpula en contra de los millones de personas que hicieron de este CMS uno de los mejores.