¿Y si alguien va a la cárcel por las consecuencias de bloquear recursos sanitarios en #LaLigaGate?

Antes de que empezase toda esta desagradable polémica de los bloqueos masivos de webs, impulsados por LALIGA y TELEFÓNICA, yo no tenía ni idea de quién era el señor Javier Tebas. 

El deporte en general nunca me ha gustado, y en concreto el fútbol todavía menos. 

Y la piratería tampoco me gusta. Llevo media vida defendiendo tanto mis propios Derechos de Autor (soy socio de CEDRO y de la SGAE) como los de otras personas, a través de mi trabajo en bancos de imágenes (fotografías de archivo, vídeos y gestión de derechos de imagen) y eso me confiere una credibilidad notable a la hora de negarme a aceptar estos bloqueos salvajes, indiscriminados y puede que también ¿»delictivos»? por las consecuencias que pueden tener y los riesgos sobre la vida de muchas personas, al afectar a recursos online de Salud.

En virtud de una «torticera» aplicación de una polémica y cuestionada Sentencia que impide afectar «a terceros», una empresa privada como LALIGA puede campar a sus anchas para romper medio Internet en España cuando hay fútbol. Pero estos bloqueos masivos se extienden mucho más allá de los fines de semana, ya que hay fútbol a todas horas: lunes, martes, miércoles…incluso las direcciones IP quedan bloqueadas durante horas después de los partidos. Y cada segundo de corte puede ser crítico para servicios de salud.

Al bloquear rangos enteros de direcciones IP en vez de los dominios pirata que retransmiten el fútbol ilegalmente, se cargan páginas legítimas de todo tipo, desde tiendas online a Medios de Comunicación como CANTABRIA RADIO y en su momento CANTABRIA DIARIO – hasta que GOOGLE nos protegió con su generoso paraguas para la prensa de JIGSAW PROJECT SHIELD -, repositorios de recursos online y, lo que es más peligroso y más me preocupa como Ciudadano concienciado: recursos online sanitarios. Quién sabe las consecuencias que los bloqueos salvajes podrían estar teniendo sobre los numerosos dispositivos sanitarios que dependen de conexiones a Internet para actualizarse o para atender a los pacientes vulnerables.

Y muchos de los recursos online de salud pasan, porque no queda otra ya que la infraestructura de Internet es escasa y necesita de estos engranajes por eficiencia y por seguridad, por empresas de CDN como CloudFlare, y muchas otras.

Es tan peligroso cortar a lo bestia esos recursos que, como ya se advirtió hace unos meses, no sabemos la cantidad de engranajes en la cadena de conexiones que pueden fallar y podrían poner en riesgo la Salud Pública de una pluralidad indeterminada de personas.

Además, es preciso anotar la total inutilidad de esos cortes salvajes de direcciones IP (Internet Protocol) completas, porque los usuarios pirata van a conseguir ver sus partidos de forma ilegal, sin afectarles lo más mínimo esos bloqueos porque a quienes más afectan es a los usuarios normales, personas sin conocimientos tecnológicos ni capacidad para burlar las medidas antipiratería.

Desde aquí hago un llamamiento al Sentido Común para todos los implicados -desde los impulsores hasta los ejecutores- en esos cortes salvajes de servicios esenciales y recursos tecnológicos críticos, para que dejen de hacerlo: antes de que haya que lamentar alguna desgracia que podría dar como consecuencia con los huesos de alguien en la cárcel.