Facebook, falsificaciones y piratería
Ni usted ni yo podemos comprar un auténtico reloj Rolex por 50 euros. Sin embargo, anuncios de falsificaciones de esa famosa marca de relojes, así como también falsos bolsos de marcas de lujo, o falsas zapatillas deportivas, inundan la red social Facebook.
Follow on LinkedInPese a que la gigantesca plataforma ha dicho en alguna ocasión que mejoraría sus controles, lo cierto es que pasan los años y el problema no se ha solucionado. Así, casi todos los días vemos anuncios de falsificaciones en Facebook. El anuncio que ilustra este artículo es de hoy.
Facebook se lucra gracias a una actividad delictiva
Esta situación implica dos cosas: la primera es que Facebook se está lucrando gracias a una actividad delictiva. En otros soportes publicitarios, como por ejemplo la televisión o la prensa tradicional escrita, no se ven con tanta frecuencia anuncios de tiendas de productos falsos, lo cual lleva al segundo factor: Facebook no invierte lo suficiente en el filtrado previo de los anuncios que se distribuyen a través de su plataforma.
El método de publicación de anuncios es tan automatizado, tan sencillo y tan barato, que cualquier pirata puede promocionar su página web de productos falsificados y, para cuando Facebook aplica la normativa y elimina el anuncio, ya es demasiado tarde.
Piratería y filtrado previo
La solución pasa inevitablemente porque la empresa Facebook esté obligada a llevar a cabo un filtrado previo de los anuncios, más efectivo y más minucioso, en vez de funcionar «a remolque» de las denuncias de los usuarios de la Red.
Por otro lado, para los autores y artistas es descorazonador ver cómo Facebook también permite las páginas con descargas de libros, música y películas pirateadas. Una vez comprobé que Facebook, tras pasar unos días de una denuncia de un contenido pirateado, elimina el contenido, pero no elimina la página completa, que se dedicaba íntegramente a distribuir contenidos protegidos por derechos de autor.
Flaco favor a los autores, sin duda, si Facebook obliga a ir contenido por contenido en vez de clausurar páginas que se dedican a difundir contenidos ilegales de forma constante.
¿Y las noticias falsas? Como periodista, veo con dolor que muchas noticias falsas tienen más repercusión que las verdaderas noticias elaboradas por profesionales. En este caso, por suerte, parece que se van a empezar a tomar medidas.
A veces resulta desalentador ver cómo, por algún extraño motivo, estas grandes compañías tecnológicas campan a sus anchas sin mucho freno. Alguna responsabilidad tiene que haber para estas empresas que únicamente aceptan sus derechos y sus ganancias, pero aceptan muy pocas responsabilidades. O ninguna.
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