Empacho y olvido: «dolor trending topic»
Hay sentimientos muy pasajeros porque son frívolos, superficiales y, en última instancia, hipócritas. Sentir hasta lograr el reconocimiento social, o el descanso de la conciencia, y luego olvidar. Es el «dolor trending topic».
Así se viven muchas de las tragedias en la Red: empacho de reacciones y sentimientos durante las primeras horas, empalagosas bolas rodantes de indignación y solidaridad de saldo, hasta que pasa la moda. Ha llegado el «dolor trending topic».
Follow on LinkedInLazos, velas y flores de mercadillo digital, seguidas por un olvido cada vez más rápido. Un «dolor trending topic» que dura hasta la siguiente tragedia, y vuelta a empezar de nuevo. Un dolor temporal, con fecha de caducidad, la fecha justa para lograr la palmadita en la espalda, ese alivio en forma de reconocimiento social, que únicamente sirve para adormecer a nuestra propia conciencia con la falsedad de una generosa solidaridad que nunca ejercitaremos en la realidad.
Arturo Pérez-Reverte volvió a dar en la diana con un tuit que, como siempre, no dejó indiferente a nadie:
Los yihadistas deben de estar acojonados por las florecitas, las velitas y nuestro enérgico "todos somos Bruselas". Y hasta la próxima.
— Arturo Pérez-Reverte (@perezreverte) March 23, 2016
Las palabras del célebre escritor y periodista vuelven a reflejar lo ingenuo, y lo pasajero, de nuestras reacciones de dolor, un dolor muchas veces infantilizado, sin solución de realidad adulta en un mundo en el que muchas veces la fuerza bruta es la que gana.
En un mundo cruel y violento en el que, por desgracia, las tragedias de todo tipo nos sacuden todos los días, sirve de muy poco optar por la solidaridad de moda, por el dolor con lágrimas de cocodrilo.
Lo realmente útil y práctico sería que, cada día, más allá de los lazos y de las velitas, pusiéramos nuestra actitud en marcha, en el mundo real, y llevásemos a cabo las acciones necesarias para evitar nuevas tragedias en el futuro.
Si tuviéramos la valentía de defender, de denunciar, de someter al escarnio público a todos los malnacidos que pululan por nuestras calles, otro gallo nos cantaría, y se podría respirar mucho mejor en nuestra sociedad ahogada por la mugre. Así podríamos dejar de llorar con la moda por bandera, dentro de un «dolor trending topic» que, por empacho y olvido de consumo rápido, cada vez resulta más estomagante.