El «miedo» en la comunicación política
Estamos en plena época electoral, y es el momento idóneo para trazar un breve análisis de la gestión del «miedo» a través de las distintas estrategias de comunicación política de los tres partidos nacionales más relevantes.
Follow on LinkedInLa gestión del miedo es una de las herramientas más poderosas. El «miedo» es capaz de paralizar y domesticar a los ciudadanos, de anular la voluntad y adormecer el sentido crítico. El miedo a «la que se avecina si votas a tal o cual candidato», el miedo a lo que comes, el miedo a tu vecino de enfrente.
Sin embargo, debido al auge de la formación política Podemos, quizá la efectividad del miedo puede diluirse. La formación morada se ha convertido en todo un referente a la hora de analizar la gestión del miedo en la comunicación política.
Cuanto más y peor se habla de Podemos, en medios de comunicación de todo tipo y en discursos, más votos parece ganar la formación. Esta circunstancia lleva a preguntarse si la ciudadanía ha perdido el miedo, o vota por llevar la contraria a «los de siempre». También, lo que puede haber sucedido es que, por hartazgo, a la cuestión: «O nosotros, o el caos», los ciudadanos puede que hayan decidido optar por el caos.
El Partido Popular (PP), en estas elecciones, sigue con su estrategia de infundir un «miedo», a veces un miedo casi genérico, indefinido, hacia Podemos, el partido liderado por Pablo Iglesias y del que el politólogo y profesor Juan Carlos Monedero (en la fotografía que ilustra este artículo) fue cofundador.
En ocasiones, los populares concretan ese miedo con especial énfasis en las conexiones bolivarianas y venezolanas de la formación morada. Es altamente probable que, de cara al propio electorado clásico del PP, esa estrategia del miedo tendrá una eficacia en forma de votos depositados en las urnas, y para evitar el trasvase de votos a Ciudadanos (C´s).
El PSOE traslada a la ciudadanía un mensaje mucho más suavizado, menos tosco y bronco que el del PP. A veces, el mensaje de los socialistas también utiliza el miedo, pero en estas elecciones va más destinado, sin duda, al «día después» de las elecciones: a facilitar las conversaciones de cara a los más que previsibles pactos. Por este motivo, las referencias del candidato socialista hacia Podemos no recurren tanto al miedo como las que hace el PP.
Por su parte, Podemos ha roto con la comunicación del miedo. En su campaña, la formación morada, en coalición con IU como Unidos Podemos, ha optado por discursos alejados del miedo. Tanto en el fondo como en la forma, desde el partido «revelación» han optado por una estrategia de comunicación centrada en lo positivo.
¿Cuál de las estrategias de comunicación dará mejor resultado electoral? Como siempre, las urnas nos ofrecerán la única respuesta válida, más allá de las encuestas y los sondeos que, con demasiada frecuencia, suelen fallar estrepitosamente. Vivimos, sin duda, una de las épocas electorales más apasionantes desde el punto de vista de la comunicación.
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