Crimen en el paraíso (2011)
La popular y longeva serie franco-británica «Crimen en el paraíso» repite muchas fórmulas y clichés de las series y novelas clásicas de detectives, pero se ha ganado una legión de fans en todo el mundo a quienes, con toda probabilidad, el sueño de una idílica vida en un paraíso tropical nos atrae como la miel.
Follow on LinkedInAl más puro estilo de las novelas de Agatha Christie, pero con un nivel de calidad cinematográfica muy inferior a la magistral serie «Poirot» protagonizada durante décadas por David Suchet, (que Filmin ha retirado de su catálogo dejando a miles de suscriptores desamparados) en «Crimen en el paraíso» se reduce notablemente el nivel intelectual necesario para resolver los crímenes, ya que se trata de un producto audiovisual más adaptado a un público masivo. Podríamos decir que «Crimen en el paraíso» es la serie perfecta para ver en el sofá durante la siesta de una tarde de domingo.
Filmada en la isla de Guadalupe, bajo calores que varios de los actores principales han calificado como excesivos, se ambienta en la ficticia localidad de Saint Marie. Allí, pese a lo paradisíaco de la vida en una isla de aguas cristalinas, sol y palmeras, se producen crímenes todos los días.
Guiones y estructura de los episodios
Los guiones son flojos, sencillos y nada rebuscados, y la resolución de los crímenes siempre responde a varios tipos de plantillas o patrones. Se repiten de forma constante las mismas fórmulas, con ligeras variantes. Podríamos resumir estas estructuras en las siguientes:
- El que primero lo huele, debajo lo tiene: este refrán clásico español resume la fórmula que vemos en un montón de episodios. La persona que primero se acerca al muerto, o descubre el cadáver, es el asesino. Desconozco el motivo que empuja a los guionistas a utilizar esta plantilla una y otra vez.
- Falsa identidad: alguien de los sospechosos no es quien dice ser y tiene otra identidad, por lo tanto es casi seguro que sea el asesino o la asesina.
- Oscuros secretos del pasado: a veces vinculada a la anterior clave de la falsa identidad, esta plantilla también se repite con mucha frecuencia.
Los tres anteriores son los puntos básicos en los que se basa la estructura de la mayoría de los episodios, incluso a veces combinan esos puntos para intentar dar una ligera sensación de novedad.
Al final de cada episodio, llega la clásica reunión de todos los sospechosos, al estilo Poirot, donde el detective desvela quién es el asesino y cuáles fueron sus motivaciones y métodos.
Actores
Además de los guiones, el punto más flojo de esta serie se encuentra en el elenco.
Aunque los actores protagonistas son correctos y eficientes en todas las temporadas, en cuanto a los actores invitados de cada episodio hay un poco de todo, pero en general abunda la mediocridad y las actuaciones planas e insulsas.
Sobre los protagonistas destacaron por su carisma en pantalla Kris Marshall, Danny John-Jules y Sara Martins, mientras que algunos otros como Ardal O’Hanlon fueron actores correctos pero quizás les faltó carisma para dejar una estela para el recuerdo.
Ambientación y producción
«Crimen en el paraíso» es una producción bastante cuidada, incluso crearon la marca de cerveza Etensel que los personajes consumen en el también ficticio bar. Otros detalles de calidad son visibles por ejemplo en las falsas fichas policiales con el escudo de Saint Marie, y muchos puntos más denotan el cuidado en la ambientación.
En todo momento se mantiene la ilusión de que Saint Marie existe, porque todos los edificios tienen cartelería adecuada con el ficticio nombre, y esos detalles son los que dotan a la producción de una adecuada ambientación que denota el mimo con el que se filma.
Especificaciones técnicas
Uno de los puntos fuertes de «Crimen en el paraíso» es la calidad de la filmación de los actores, las paradisíacas playas y el entorno natural de las localizaciones.
La serie está filmada con cámaras de alta calidad como Arri Alexa Plus, y lentes magníficas como Cooke S4 y Fujinon Alura, con lo que la dirección de fotografía nos ofrece bellas imágenes tanto de la naturaleza como de los actores.
La riqueza de los detalles y los colores es patente incluso a través del etalonaje digital con filtros, a veces excesivo, que se usa para dar la sensación permanente de atardecer caribeño.
La filmación es clásica, en estilo plano y contraplano, sin excentricidades ni giros bruscos de cámara, y de vez en cuando hay imágenes aéreas de dron con las que se puede apreciar toda la belleza de la isla de Guadalupe.
Conclusión
«Crimen en el paraíso» no pasará a la historia de la televisión por su originalidad porque está llena de clichés, ni dejará una estela mítica de calidad en las clásicas series de detectives, pero aporta el entretenimiento necesario como para aguantar en antena desde el año 2011.
Pese a sufrir cambios constantes de elenco por diversos motivos, «Crimen en el paraíso» se mantiene en antena dentro de un entorno audiovisual cada vez más competitivo, lo cual refleja que su fórmula de sol, playas paradisíacas, música reggae y suaves misterios ha sido un notable éxito mundial.
Pero recordemos que no podemos vivir en Saint-Marie porque, básicamente, los paraísos no existen.
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