La condena por difundir noticias falsas es una oportunidad para recuperar el periodismo serio

Un Guardia Civil se convierte en el primer condenado en España por difundir en Twitter un vídeo falsificado para justificar el odio contra los jóvenes inmigrantes

(C) Foto: David Laguillo
(C) Foto: David Laguillo

Después de la primera condena en España por difundir «fake news», ya nada debería ser igual en el salvaje Oeste de las Redes Sociales.

La #Constitución Española reconoce el derecho a comunicar información VERAZ, pero esta palabra la obvian siempre muchos internautas, convertidos en auténticas fábricas de creación de bulos, folloneros y demás tropa.

El columnista Thierry Ways en el periódico colombiano El Tiempo analiza, en su magnífico artículo titulado «Desinformación industrial», la situación en la que nos encontramos con las fábricas de noticias falsas que proliferan como setas, en esta ocasión el autor habla de las «fake news» creadas por los algoritmos de la Inteligencia Artificial.

Ways detalla cómo a los algoritmos de fabricación de textos se les puede pedir un ensayo sobre cualquier tema por absurdo que sea, y la máquina barrerá la red para construir un texto que pueda resultar coherente aunque sea una falsedad absoluta.

El columnista vaticina que en los próximos años viviremos «una explosión en la desinformación, las ‘fake news’, las teorías conspirativas, las correlaciones espurias y las falsas atribuciones de autoría», con las terribles consecuencias que esto puede acarrear para el debate público y la democracia.

«Toneladas de mentiras y medias verdades, producidas ya no artesanalmente por bodegueros pagos, sino industrialmente por algoritmos diseñados para redactar decenas de trinos o artículos por minuto», añade Ways.

Mentir no sale gratis

Durante demasiado tiempo se ha permitido que las falsedades y las mentiras campen a sus anchas en foros, Redes Sociales, blogs amateurs y demás canales en los que cualquier injuria circulaba libremente.

El bulo del Bar España es uno de los ejemplos más atroces de cómo se puede falsificar y crear un montaje que pervive durante años. Por suerte, varios de los implicados en la difusión del bulo se sientan en el banquillo como acusados.

Internautas de todo el mundo han estado años falsificando fotos, textos, e incluso vídeos, ayudados por la cada vez más inquietante y eficaz Inteligencia Artificial.

Ahora, con la primera condena por difundir en Twitter un vídeo falso que atribuía a un menor inmigrante no acompañado la autoría de una agresión, los internautas con mala fe y espurias intenciones deberán pensárselo dos veces antes de verter sus falsedades. Y el Periodismo tiene una buena oportunidad.

Erradicar el «clickbait», dejar de adorar al falso Dios del SEO y luchar contra las pseudoterapias y las pseudociencias

El Periodismo, tras esta condena, tiene la oportunidad de recuperar su posición seria como canal de veracidad frente a los internautas malintencionados, pero para ello debemos erradicar varias prácticas nefastas que están minando la credibilidad de nuestra profesión a pasos agigantados.

Por un lado, se hace necesario y urgente que los titulares engañosos, conocidos como «clickbait», desaparezcan inmediatamente de los periódicos. Esta práctica horrible de publicar titulares a medias, atractivos pero engañosos, se debe eliminar porque el periodismo tiene la noble y difícil misión de informar sobre la Verdad.

Por otro lado, los periodistas debemos dejar atrás la adoración al falso Dios del SEO, un dictador que nos impone la forma de escribir para resultar más atractivo a los ojos de un robot. Incluso mientras escribo este texto, un programa informático me indica que, en su robótica opinión, el texto no está optimizado para los motores de búsqueda. Es normal porque escribo para las personas, no para las máquinas. Así, la escritura para SEO impone eliminar muchas palabras, inútiles a juicio de las máquinas, como las preposiciones y los pronombres, esenciales para nuestra gramática castellana. Además, según el SEO un párrafo largo como este, no separado en varios párrafos más pequeños, es malo para el SEO. Pero, en realidad, es así como se debe escribir porque se trata del mismo tema.

En cuanto a la relación que debe tener el Periodismo con las Pseudoterapias y las Pseudociencias, ya he hablado sobre ello en alguna otra ocasión. El Periodismo es una profesión que consiste en publicar cosas que son Verdad, y las pseudociencias son básicamente mentira. Por lo tanto, Pseudoterapias y Pseudociencias que no han demostrado eficacia de forma científica no deberían tener cabida en el ejercicio del Periodismo. Y más después de una pandemia mundial en la que muchos aprovecharon para hacer su agosto con la venta de cualquier producto o brebaje que presuntamente servía para proteger o curar, aunque lo único que curaba era el bolsillo de los vendedores.

David Laguillo

David Laguillo

David Laguillo (Torrelavega, 1975) es un periodista, escritor y fotógrafo español. Desde hace años ha publicado en medios de comunicación de ámbito nacional y local, tanto en publicaciones generalistas como especializadas. Como fotógrafo también ha ilustrado libros y artículos periodísticos. Más información en https://www.davidlaguillo.com/biografia